Crónicas de Mercado: Cachichín
Por: Isis Samaniego
El bosque de niebla o bosque mesófilo es considerado un ecosistema muy importante por la gran diversidad biológica que alberga, flora y fauna que en ningún otro ecosistema se encuentra y que, por la poca información y el poco cuidado que damos a los bosques se ha ido reduciendo para nuestro pesar, ya que estos bosques tienen procesos ecosistémicos como la captura y mantenimiento del carbono, recarga de cuerpos de agua; esto es muy importante para la conservación de la vida animal y vegetal. ¿Por qué les cuento esto? Por el fruto que nos toca reseñar en esta crónica y que es oriundo de la región de Misantla, Veracruz, pueblo ubicado en este bosque que está en grave peligro, pues cada vez se reduce más ante la presión de las siembras o para crecer ganado.
Entre abril y mayo en Misantla hay un árbol endémico que empieza a tirar sus frutos, son pequeñas bolsitas color verde y ya secas o tostadas tienen un tono marrón, caen del cachichín. Este un árbol mediano que puede medir de dos a un máximo de veinte metros, ha habitado la región desde tiempos prehispánicos, sus flores son blancas muy parecidas a las flores del naranjo con hojas simples de 6 a 20 cm de color verde bandera. Sus frutos son globosos, estas semillas se recolectan y se doran para comerlas, su sabor es una cosa riquísima para los que nos gustan los sabores extraños o raros, su textura es la de un cacahuate pero amarga, su nombre científico es Oecopetalum Mexicanum y pertenece a la familia de las Icacinaceae, (árboles, arbustos o lianas, se distribuyen en África tropical, Nueva Zelanda y Asia, en América tropical se encuentran doce especies de estas). El nombre de cachichín deriva de la lengua totonaca qachichin o kachichin donde la qa significa: lo que ésta arriba (fruto pequeño que está arriba) o también podría significar fruto amargo (Carballo, 1996). En otras regiones el Oecopetalum Mexicanum es conocido como cacaté en Chiapas (Simojovel), jamacuquiaca en lengua Zoque de Tapalapa; también se ha encontrado en regiones de Guatemala.
La recolección de este fruto no requiere de maquinaria, su manejo y aprovechamiento es de tipo colectivo y familiar, pues se recolecta a mano por la familia, ya que es un producto de autoconsumo y para la subsistencia. Es un fruto que en Misantla es tradicional y se ofrece a las visitas en agradecimiento.
Estudios recientes han observado propiedades anti glucémicas, es decir el cachichín está siendo estudiado para combatir los problemas de la diabetes, otros lo usan en enfermedades del hígado y vesícula biliar, para ello se debe consumir en ayunas.
Así que si andan paseando por Xalapa, seguramente pueden encontrar algún personaje misantleco bajando las escalinatas de la Central de autobuses (Caxa), que entre chayotes y ciruelas tiene cachichines, si andan de neuras bien les hará comerse un puñado de cachichines doraditos, o háganse una salsa de molcajete con chiltepín frito y cachichines que es una delicia al paladar con unas tortillas de maíz hechas a mano, frijolitos y un rico café de pueblo; no dejen de pasear por estos lugares de nubes y lluvia que son parte de mis días infantes que no volverán pero que me dejaron el gusto de caminar por sus laderas y valles llenos de árboles hermosos y neblina.
Fotografía de cachichín verde y algunos datos: El Cuexcomate.
Isis Samaniego (Rio Blanco, Veracruz, sept/77). Estudió la maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y Artes y Administración en la Universidad Veracruzana. Es miembro fundador de Ediciones Ají y miembro del colectivo Adictos a la Poesía de Xalapa, Veracruz. Ha publicado cuento y poesía en diversos medios. Su último libro, Jacaranda, fue editado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Colabora con la Comunidad Slow Food Guardianes de Sabores en Cholula.