Crónicas de Mercado: Huaje, Guaje o Huaxe

Por: Isis Samaniego

Pues resulta que me fui de pata de perro a unos pueblos de Morelos que colindan con Puebla, en los caminos de terracería estaban varios árboles dando sombra y flores; baje del auto pues el calor era ya insoportable, tomé agua y me fui corriendito a ver qué plantas traían las señoras a un mercado improvisado que había en el pueblo, a un lado de la presidencia municipal.

Me encontré con flores, verduras y frutos, algunos conocidos y otros no tanto, o por lo menos para mí, así era, había ciruelas rojas, guayabas extranjeras, nueces y guajes; por primera vez después de muchos años me atreví a comerlos así nomás a guaje pelado, su sabor es fuerte tan fuerte como el ajo diría yo, pero ya no le hice el feo. Ya después en la ciudad de Puebla, me fui a comer unas tostadas de pulpo a un lugarcito de un amigo; ahí platiqué con algunos comensales, resulta que de entre estos habían unas morras del estado de Guerrero. Platicamos de huajes y moles, la costeña me dijo que en Guerrero el huaje se utiliza para hacer un tipo de pipián típico de ahí, en el que se muelen quelites, huajes, semillas y chiles verdes y es  guisado con carne de cerdo; en el lugar también había un chico de un pueblo cercano a la capital poblana y él me habló del Huaxmole que en esencia está hecho con esta verdura o ¿será fruto?… 

Luego entonces me puse a investigar, yo había escuchado algo de que Oaxaca tenía algo que ver con el guaje y pues qué creen… Resulta que Oaxaca, significa “la cima de los huajes” en lengua náhuatl es “huaxyácac” esta denominación fue impuesta por los aztecas que dominaron esa zona, según la toponimia el nombre de Huaxyácan, está formado por dos palabras: Huaxín, que significa guajes y se refiere a una planta arbustiva de nombre Leucaena Leucocephala, que en esa región crece con abundancia y es originaria de ahí; la segunda es Yacatl que significa cima o el punto más alto de un lugar.

El huaje, guaje o huaxe es una árbol mediano que llega a medir de 3 a 10 metros de altura, sus flores son blancas en ramilletes y vainas llenas de semillas comestibles; siempre pensé que el guaje verde con el tiempo se iba poniendo morado pero no, descubrí que hay dos variedades de este árbol; unas vainas pueden ser de color verde (L. Leucocephala) o puede ser de color rojo a morado (L. Esculenta), miden de 12 a 30 centímetros de largo. Este árbol es nativo de los trópicos y prefiere los climas cálidos; es una planta leguminosa muy nutritiva, pues posee un alto contenido en proteínas vegetales, minerales y antioxidantes; desde los tiempos prehispánicos es usada en la medicina tradicional mexicana para tratar males estomacales como la indigestión, también se dice que sirve para desparasitar, solo comiendo suficientes semillas; para el reumatismo se hace infusión con las ramas y se aplica para baños de pies. En 2014, un estudio de la Universidad Autónoma de Chapingo reveló que las semillas de guaje rojo podrían considerarse un alimento funcional por la calidad de nutrientes y antioxidantes.

Los guajes pueden consumirse en diversos platillos salados; como salsas, guisados, sopas, también sirven para aderezar las ensaladas, en Guerrero se comen las hojas tiernas como si fueran quelites. En algunos lugares son plantas que sirven para alimentar al ganado, pues es una buena fuente de forraje, esto es provechoso para la tierra, pues no se deforesta el suelo introduciendo el uso de pastizales, habrá que recordar que muchos árboles ayudan a fijar los minerales y retienen el agua de lluvia; aunque algunos consideran que el guaje puede llegar a ser nocivo para otras especies por su mayor adaptabilidad a cualquier clima. ¡Ahh! y qué les cuento, resulta que también se comen sus flores, las flores son una bolita llena de pistilos de color blancuzco a verde, de ésta se separan de los tronquitos y se pueden martajar en el molcajete con chile o se preparan también en tortitas con huevo; son ricas en minerales, pues contienen ácido fólico, calcio y hierro, además de proteína vegetal ¡Qué tal ehh!

Actualmente se estudia esta planta, se han realizado estudios bioquímicos donde se ha revelado su posible potencial para prevenir y reducir padecimientos del corazón, hipertensión, arteriosclerosis, diabetes y alzheimer y su flor se dice, es un broncodilatador natural.

Pues ya saben mis queridos comensales, a comer rico, sano y económico, pues si vamos al mercado podemos encontrar diversas plantas comestibles con sabores únicos que ni el millonario más gourmet tiene registrado en su dieta. Somos un país muy rico en plantas y animales ¡No lo olvidemos!

Isis Samaniego (Rio Blanco, Veracruz, sept/77). Estudió la maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y Artes y Administración en la Universidad Veracruzana. Es miembro fundador de Ediciones Ají y miembro del colectivo Adictos a la Poesía de Xalapa, Veracruz. Ha publicado cuento y poesía en diversos medios. Su último libro, Jacaranda, fue editado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Colabora con la Comunidad Slow Food  Guardianes de Sabores en Cholula.