Crónicas de Mercado: Tejocote o Manzana de indias
Por: Isis Samaniego
El nombre de este fruto proviene del náhuatl Texocotl, compuesto por Tetl, que quiere decir piedra y Xocotl que significa fruta agria (fruta agria como piedra), llamada anteriormente manzana de indias, es un árbol nativo de México y Guatemala. Su nombre científico es Crataegus Mexicana, pertenece a la familia de las rosáceas, es un arbusto que se adapta a gran diversidad de suelos y climas, aunque su hábitat natural es el altiplano mexicano, en la región de los volcanes Izta- Popo.
Habita en clima templado, entre los 1000 y hasta los 3500 metros sobre el nivel del mar. Es una planta de traspatio, barrancas y huertos familiares. Crece a las orillas de los caminos en bosques mixtos, en el bosque mesófilo de montaña y en bosque tropical caducifolio. Tolera sequías e inundaciones, y por ser un árbol muy rústico es resistente a las plagas y enfermedades. Es un árbol pequeño, de no más de ocho metros de altura, su tronco y ramas son espinosos, su corteza es de color gris rojiza que se desprende en tiras. Las hojas son semi perennes, ovales de entre 4 y 8 cm de largo, con margen dentado 1 . Sus flores son de color blanco al crema, hermafroditas, solitarias en forma de umbelas terminales con 2 a 6 flores.
El fruto es un pomo semejante a una pequeña manzana, de color amarillo al naranja, de 2 a 4 cm de diámetro. Las semillas son lisas y de color café, rodeadas de un hueso leñoso. Empieza a madurar entre noviembre y diciembre. Este fruto es aromático y de buen sabor, aunque su pulpa puede ser agridulce, regularmente su cáscara es desabrida y suelen aparecerle manchas como pecas negras. Contiene vitamina C , también contiene calcio, por esto es empleado para el fortalecimiento de los huesos y dientes, contiene hierro que beneficia a la hemoglobina en los seres humanos, además de que hay presencia de vitaminas del complejo B que ayudan a la formación de glóbulos rojos y ayuda a prevenir enfermedades.
Además, en la medicina tradicional mexicana el tejocote preparado en infusión es un remedio efectivo para prevenir enfermedades respiratorias. Sus semillas también son empleadas en el tratamiento de dietas y desintoxicación del organismo. Su raíz es usada seca para hacer té, pues se dice que regula el corazón y la presión arterial, los espasmos nerviosos, la arteriosclerosis y la obesidad. Actualmente se ha puesto de moda un producto de la raíz de este árbol como suplemento natural para bajar de peso, sin embargo hay que tener cuidado al ingerir cualquier producto que no sea avalado por la ciencia médica, o en su caso siempre consulte a un especialista en nutrición.
Por su alto contenido de pectina en sus frutos se procesa para su utilización en la industria alimentaria, cosmética, farmacéutica, textil y metalúrgica. Sus hojas y los frutos son usados también como forraje, todo en este árbol puede ser utilizado en beneficio de la sociedad. En México es común encontrar este fruto en el altar del Día de muertos, hecho en dulce para premiar a los santos difuntos que regresan a visitar a los vivos según la tradición, o en las posadas navideñas, dentro de las piñatas. En Veracruz, mis abuelos llenaban la piñata con caña, naranja, papa extranjera, tejocotes y dulces de colación antes de romper a palos la preciada estrella de siete picos.
¡Ahh! Se me olvidaba una recetita: Mi abuela para la época de frío nos hacía un rico y delicioso atole de masa con tejocote, y si se quería lucir le agregaba leche para hacerlo más degustable para nosotros los niños. Por aquí les dejo la receta sencilla del atole, ojalá lo lleven a cabo y disfruten otra forma de usar
este fruto que de pronto, es un fruto poco consumido a pesar de todas sus cualidades.
Atole de tejocote
Ingredientes:
2 tazas de tejocotes en trocitos, sin piel ni huesos.
3 tazas de agua.
Panela al gusto.
Un cuarto de masa de maíz.
Una taza de leche.
Canela.
Procedimiento:
Poner a hervir en una olla o un hervidor el agua con canela, los tejocotes en trocitos y un trozo de panela. Una vez que esté hirviendo, se agrega la masa de maíz previamente disuelta en una taza de agua, mover constantemente el líquido para evitar que se pegue la masa y espese el atole. Cabe destacar que habrá que vigilar constantemente el atole para que al hervor no se riegue y agregar la leche al gusto, siempre con fuego muy bajo.
Este atole se puede hacer con leche o sin ella, mi abuela lo preparaba solo con masa y lo
disfrutamos calientito en los días de muertos, ya después de despedir a los santos difuntos. Atacados de pan de muerto y tamales, no había nada mejor como disfrutar del atole y la compañía de la abuela y las anécdotas familiares.
1. Vázquez-Yanes,c; A.I. Batis Muñoz, M.I. Acocer Silva, M. Gual Díaz y C. Sánchez Dirzo.1999. Árboles y
arbustos potencialmente valiosos para la restauración ecológica y la reforestación. Reporte técnico del
proyecto J084. CONABIO-Instituto de Ecología, UNAM.
Isis Samaniego (Rio Blanco, Veracruz, sept/77). Estudió la maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y Artes y Administración en la Universidad Veracruzana. Es miembro fundador de Ediciones Ají y miembro del colectivo Adictos a la Poesía de Xalapa, Veracruz. Ha publicado cuento y poesía en diversos medios. Su último libro, Jacaranda, fue editado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Colabora con la Comunidad Slow Food Guardianes de Sabores en Cholula.